Una alarma, según entiende la mayoría de la gente, es algo que suena y sirve para que no roben su casa en el momento en que se ausenta. Si bien esto es absolutamente cierto, se trata de sólo de una pequeña parte de los beneficios que una alarma puede brindarle.

Una alarma correctamente diseñada le permitirá a sus usuarios prevenir cualquier intento de ingreso no autorizado mientras ellos se encuentran dentro del inmueble. Es decir: La alarma ya no sólo sirve para cuando nos vamos de la propiedad sino que también se utiliza cuando estamos dentro de la misma.

Estar protegido aún estando dentro de la casa (Protección Modo Parcial o Estoy) es fundamental, teniendo en cuenta las nuevas tendencias de intrusión de los malvivientes

Podemos citar testimonios de nuestros usuarios en los cuales nos relatan cómo duermen más tranquilos a partir del tipo de protección con que cuentan en el “Modo Estoy” y de qué manera la alarma se ha transformado en un hábito preventivo que toman cada noche antes de acostarse.

No sólo existe sino que fue medido. Estadísticas de la revista norteamericana Security Dealer (la más prestigiosa en el mundo) aseguran que las probabilidades de sufrir un intento de robo o asalto se reducen – aproximadamente - en un 70 % por el mero hecho de contar con un sistema de alarma identificado con, al menos, un cartel que indique “Esta propiedad está protegida con alarma”.

Una alarma es preventiva, pues el 70 % del trabajo de una alarma se hace sin siquiera sonar un segundo.